Alicia
Ella es Alicia, en el país del porno y las pesadillas...
¡NO; NO; NO ME GUSTA ESTA INTRODUCCIÓN!Carece de elegancia y adolece de diversos vicios legales...
dejemoslo así:
Yo soy Alicia, en el país del porno y las pesadillas,
y si tal vez mi barba les confunde,
imaginenme con un vestido de satén azul, encaje de seda blanca en los bajos,
y en un bolsillito, no galletas, sino mas bien jeringuillas.
Tal vez me salga del plano, y corte por la tangente,
mientras les cuento esta historia, pero teniendo que me creó un viejo,
me leyó un necio, y me interpretó un traductor pobre de recursos mentales, tampoco pueden ustedes escandalizarse.
Soy Alicia, en efecto, y he roto espejos, he destruido palacios,
he comidos conejos y he faltado al té ¡qué chica tan mala!
Soy Alicia, y si les soy sincero, intento impresionarles,
así que va siendo hora de dar fin a este poema tan lamentable.
Sin embargo, el alcohol, el tabaco, y otras sustancias que no menciono,
me impulsan a advertirles:
Cuidado con el sombrerero, que de loco tiene poco,
que estaba contando horas en la tripa de la ballena y acabará entre las sábanas de su cama en un descuido tontorrón.
Al fin y al cabo soy Alicia, en el País del porno y las pesadillas,
y como mi madre me dijo, folla mucho y no lleves bragas, ¿o acaso era al revés?
Da igual, porque este poema es aleatorio, como este lugar en el que estamos, donde se respiran la locura y la poseía a partes iguales, ¡qué demencia!
Como les iba diciendo, y ya acabo, no se impacienten, soy Alicia, he roto el espejo,
y no pienso volver a casa, poque como ya he dicho, este es un país difícil:
Aquí o fabricas tu propio porno o se te comen las pesadillas.
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